La conservación de frutas es una práctica milenaria que ha sido transmitida de generación en generación a lo largo de la historia. Antes de la llegada de los refrigeradores y los productos químicos modernos, nuestras abuelas confiaban en métodos tradicionales mucho más naturales para evitar que la fruta se estropeara con rapidez.
Estos métodos eran muy efectivos y, en este post, vamos a ver algunas de estas ingeniosas técnicas que nuestras abuelas utilizaban y que hoy en día todavía se emplean, de otra forma, en la fabricación de frutas en conserva.
Técnicas de conservación de frutas que usaban nuestras abuelas
Vamos a ver algunos de los procedimientos más antiguos en conservación de frutas que, a buen seguro, te van a sorprender:
Secado al sol
El secado al sol es una de las técnicas más antiguas y confiables que nuestras abuelas utilizaban para conservar la fruta. Este proceso natural implicaba colocar las frutas en bandejas y dejarlas al sol durante días. El calor del sol eliminaba gradualmente la humedad de las frutas, lo que evitaba la proliferación de microorganismos responsables de la descomposición. Las frutas secas resultantes eran nutritivas, sabrosas y perfectas para su almacenamiento a largo plazo.
Deshidratadores caseros para la conservación de frutas
En lugares donde el sol no era tan abundante o durante las estaciones frías, nuestras abuelas utilizaban deshidratadores caseros. Estos ingeniosos dispositivos utilizaban una combinación de calor suave y circulación de aire para deshidratar las frutas de manera controlada. El resultado era similar al secado al sol, con la ventaja de poder ser realizado en cualquier época del año.
Enlatado y embotellado
Otro de los métodos favoritos de nuestros antepasados en la conservación de frutas era el enlatado y embotellado. Este proceso implicaba cocinar la fruta con azúcar o almíbar y luego sellarla en frascos herméticos. El azúcar actuaba como conservante natural, al tiempo que realzaba el sabor de la fruta.
Las frutas en conserva eran un verdadero tesoro durante el invierno, cuando la variedad fresca era limitada. Este proceso se sigue haciendo en la actualidad utilizando la tecnología más avanzada para fabricar las frutas en almíbar y frutas confitadas.
Mermeladas y jaleas
Nuestras abuelas también eran maestras en la creación de mermeladas y jaleas. Estos productos no solo permitían conservar la fruta, sino que también convertían los sabores en auténticas delicias para el paladar. La combinación de fruta, azúcar y, en ocasiones, pectina resultaba en una textura espesa y sabrosa que se podía disfrutar durante todo el año.
Frutas encurtidas
Nuestras abuelas también utilizaban un conservante muy potente como el vinagre para conservar las frutas. Las frutas encurtidas eran una opción muy aceptada en el pasado, ya que el vinagre generaba un entorno ácido que inhibe el crecimiento de bacterias dañinas. Además de prolongar la vida útil de la fruta, los encurtidos agregaban un toque agridulce único que complementaba una variedad de platos.
Fermentación de la fruta: un proceso muy utilizado en la antigüedad
Aunque más asociada con las verduras, la fermentación también se utilizaba antiguamente para la conservación de frutas durante largos periodos de tiempo. El proceso de fermentación no solo conservaba la fruta, sino que también aumentaba su valor nutricional al producir probióticos beneficiosos para la salud intestinal.
Aunque la tecnología y los métodos de conservación han avanzado, todavía podemos encontrar inspiración en las prácticas tradicionales de nuestras abuelas. La búsqueda de alternativas naturales y sostenibles para conservar la fruta ha llevado a la revalorización de muchos de estos métodos, adaptándose a las necesidades y expectativas de la cocina moderna.
Continuar con la tradición de la conservación de frutas
Como hemos visto, las técnicas de conservación de frutas que utilizaban nuestras abuelas contenían una gran sabiduría culinaria y nos enseñaron a conectar de una manera perfecta la creatividad con la naturaleza para conseguir una fruta deliciosa y, lo más importante, duradera en el tiempo.
En Conservas Lazaya estamos comprometidos en mantener viva la tradición de la conservación de frutas. Por eso, fabricamos frutas en conserva que capturan la esencia de las prácticas de nuestras abuelas pero utilizando métodos modernos y sostenibles para adaptarnos a los nuevos métodos de producción. Cada bocado de nuestras frutas en conserva es un tributo al legado de nuestras abuelas y al amor por la comida de calidad.
En nuestro amplio catálogo puedes encontrar fruta confitada, fruta en almíbar, fruta en alcohol, fruta en SO2, fruta en conserva sin azúcar, mermeladas y geles y verdura confitada. El conocimiento de las antiguas técnicas de conservación, junto con la utilización de los procesos tecnológicos más modernos, ha dado como resultado unas frutas exquisitas que son las preferidas de la mayoría de profesionales de establecimientos Horeca.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros y contarnos lo que necesitas para sorprender a tus clientes. Podemos hacerte pedidos personalizados y resolver cualquier duda que tengas sobre nuestros productos y formatos y la conservación de frutas. Estaremos encantados de ayudarte. ¿Hablamos?